Acabo de cumplir los “temidos 40”, según dice la gente (sobretodo las mujeres). Una amiga me preguntó el día de mi cumpleaños “cómo te sientes?”....... igual que ayer, le contesté yo. Difícil que de un día para otro pase algo por cumplir años, aunque para algunas mujeres es como si les cayera un rayo y empiezan con la preocupación que ya están a “un paso” de los 50, como si eso fuera tan terrible. Tengo una amiga que acaba de cumplir 50 y parece de 40 y se porta como una de 30.... ja ja ja.

De hecho varias de mis compañeras de colegio, que cumplieron 40 el año pasado y otras que los cumplen este año, están con ataque, porque cambiaron de folio, pero no cualquier folio, sino el de los 40.

Aunque suene super cliché, lo que importa es como se siente uno por dentro, aunque en este mundo dominado por las imágenes photoshopeadas de las modelos flacas y con piel lisa y tersa, o de las actrices “viejitas” estiradas ya sea por el bisturí (unas bien y otras mal), o por las maravillas de la computación, las mujeres “normales” (léase no actrices de hollywood, o modelos gringas) que caen en ese juego cómo no se van a deprimir.

Yo, por mi parte hice una buena celebración, con harta (casi demasiada) comida rica, ya que se considera un número importante de años, una invitación muy divertida imitando la portada de La Cuarta y disfruté del cariño de mis amigos....... y lindos regalitos, por supuesto (cualquiera que diga que los regalos no importan, es un mentiroso).

Entonces aquí estoy... sintiéndome igual que el viernes, que la semana pasada, que el año pasado. Nada ha cambiado en mi vida, sólo que tengo que poner 40 en las planillas o contestar 40, cuando me preguntan la edad....