Como dice la frase cliché que les encanta a los periodistas... "Chile, país de contrastes".

Y aparentemente no está muy errada.


Estuvimos todo el verano con una sequía terrible, con amenazas de cortes de energía, que las reservas de agua no alcanzaban, que los embalses estaban secos, que nos bañáramos con un par de gotitas no más, casi no regar el pasto, en fin... las penas del infierno para el invierno.



Entonces, llovió por más de 2 horas seguidas como con balde y ahora estamos casi con superavit, y por supuesto, calles inundadas, ríos desbordados, damnificados, clases suspendidas, etc...



Ná que decir.... ah si... como dice el Coco (según me dijo Eduardo ayer) "No estamos ni para castigo divino... en el diluvio llovió 40 días y 40 noches, en cambio en Santiago llueve 1 ó 2 días y que da la kgá"