Pensando el otro día, parece que las neuronas vuelven de a poco a funcionar, me di cuenta por qué empecé a correr (trotar por el momento), a parte de la salud y bajar de peso... estoy entrenando para correr el proximo año, espero, una carrerita de esas que patrocinan las marcas de zapatillas, ojala una 10K. (aunk el ratón que puse, tal vez no es el mejor ejemplo porque definitivamente no va a ningún lado... pero por lo menos corre).
Más que nada, se trata de lograr una meta (literalmente), que siento que nunca he llegado a ninguna en mi life.... bueno, a parte de sacar el título de secretaria, pero no es precisamente una meta muy difícil, ni gratificante.
En cuanto a tener a la Antonia, esa es recién la partida de la carrera, que terminará ..... nunca, creo.
2 de mayo de 2008, 9:31
Vamos!
Sacar adelante día a día el trabajo bien hecho, darle los medios, educación y tiempo a tu hija para sea feliz en la vida; la amistad, los detalles chicos de cada día que hacen la vida agradable a los demás; son pequeñas metas terrenales que pueden pasar desapercibidas pero que van formando un tapiz de heroísmo muy superior a cualquier logro o reconocimiento público.
La única y verdadera meta es encontrarnos con nuestro Padre en la vida eterna.
Las demás "metas" terrenales sólo valen lo mucho que se encaminen hacia esa meta final.
En todo caso, mucho ánimo! con esa tan saludable iniciativa que tan bien hace
2 de mayo de 2008, 12:42
Gracias Franco por tus palabras... tienes toda la razón y en realidad otro "entrenamiento" que he comenzado (o retomado más bien) hace poco, gracias a la Antonia y con la Antonia, es para poder llegar a la meta de poder encontrarme con Dios en la vida eterna.