Quien no recuerda a Maxwell Smart y el Jefe cubrirse con el cono del silencio para hablar supuestamente cosas confidenciales.


Pucha que sería util tener estos dispositivos en las oficinas con cubículos en que se escucha hasta lo que uno piensa, con mayor razón lo que uno habla por teléfono y lo que es peor, a la mayoría le "interesa" escuchar, ya sea por no tener vida propia, o por tener tema de conversación o por simple material para pelambre.