Hoy me di cuenta, que siendo alondra, en las mañanas me levanto bien de ánimo.... mejor si salgo a trotar. Sí, estoy saliendo a trotar día por medio a las 6 de la mañana y no es tan trágico, más bien lo contrario.

En el trayecto a la oficina tambien voy feliz, porque voy caminando, escuchando mi nuevo ipod shuffle morado... hasta aquí todo bien. Entro al edificio, saludo a los guardias y a todo ente conocido que pase por la recepción, converso un poco con los guardias, voy a buscar mi coca light (sí, buscar porque tengo "cuenta"... dicho en chileno, me la fían), subo al ascensor.................... y al llegar a la oficina tooodo mal. Es re bonita (tipo estudio de abogados. bueno, eso es lo que es), pero le falta luz, onda, básicamente BUENA onda.


La luz es mortecina. Cuando entré a trabajar terminaba el día durante 3 meses con los ojos rojos por la falta de luz (no por fumar)... y básicamente se respira mala onda, envidias, backstabbing (sorry, pero no se ponerlo en castellano en una palabra... son esas personas que si te pueden kgar lo van a hacer... y por la espalda)...y bueno, debe ser algo parecido a lo que pasa en muchas oficinas, pero no estoy acostumbrada a eso, y durante el día me empiezo a apagar de a poquito.

Demás está decir que la falta de internet tiene un valor agregado (no será restado?) a todo esto.

No sería mala idea que pudieramos tejer, pintar o bordar en los momentos de ocio, que son bastantes, en vez de dedicarse (el panel estable de opinólogas de la office... puaj!!) a pelar y a opinar sobre todo de la vida de todos.